domingo, 12 de marzo de 2017

Hoy he vuelto a abrir ese baúl de los recuerdos que la mayoría de las personas, por no decir todas, quieren dejar bajo tierra durante el resto de su vida. Si amigos, he vuelto a abrir Tuenti. He de reconocer que me ha dado un poco de vergüenza ver las fotos que tenía y sobretodo las pintas que llevaba. Pero también he sentido nostalgia y puede que un poco de tristeza al ver las fotos que tenía con mis antiguas amigas, el cual creo que es un tema que sigue sin estar cerrado del todo en mi vida y algún día tendrá un punto y final. Conforme vamos creciendo nos topamos con todo tipo de personas, unas que llegan para quedarse y otras que solo están de paso, aunque no lo parezca. Es triste pensar en que ese grupo de personas que estaba tan unido pueda llegar a tratarse con indiferencia o seguir adelante por diferentes caminos aunque se echen de menos.
Pero sabemos que el mundo está regido por cambios y es de suponer, que a veces todo tiene que evolucionar aunque sea por medio de caminos que no nos gustan o que no somos capaces de comprender. Y es que al final, nos damos cuenta de que las cosas se transforman, y a veces se dirigen hacia un final que no es triste ni feliz, sino tan crudo y neutral como la vida misma.

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