domingo, 1 de enero de 2017

Hay algo que es tan inevitable como la muerte: la vida. Llegar a un mundo como este definitivamente no es fácil, y tristemente algunas personas llegan a ver más que otras. Aparte de todas las cosas bonitas y encantadoras que el mundo nos ha dado, vienen acompañados de momentos tristes y duros, y cada uno teniendo un efecto en tu vida. Efectos que puedan traerte felicidad y alegría o simplemente que pongan tu mundo del revés. Los finales felices no existen, y en el caso de que lo hiciesen vendrían acompañados de problemas. En un mundo como este tenemos que enfrentarnos a las cosas, todas esas cosas que nos asustan, que nos quitan la respiración. Todas esas cosas que van a intentar hundirte, si no plantamos cara a este tipo de cosas entonces debo decir que no valdría la pena.
Pensamos que hay un para siempre, cuando la verdad es que no. La verdad es que no sabemos lo que va a pasar mañana, la vida es un viaje en el que nada está garantizado, un camino de felicidad, tristeza, amor, odio y dolor. No podemos escoger si nos hacen daño o no en este mundo, pero podemos elegir quien nos hace daño. Así que si la vida te da razones para llorar, demuéstrale que tienes un millón de razones para sonreír. 
La vida debería estar llena de recuerdos que van a estar con nosotros hasta el final. Esas pequeñas imágenes que nos recuerdan ciertos detalles sobre un día especial, ese tipo de recuerdos que nos ponen una sonrisa en la cara. Sabéis que tengo razón. Pero también pueden traernos lágrimas, pero lágrimas de alegría. 
Empiezo el 2017 con un gran cambio de mentalidad que creo que nunca antes había tenido, confío en que este va a ser uno de los mejores años de mi vida por todos los cambios que estoy haciendo y por todas las cosas nuevas que voy añadiendo a mi vida. 
Espero que hayáis empezado el año con buen pie y nos leemos pronto! 💘💘😘😘

No hay comentarios:

Publicar un comentario